El poder del gesto, la importancia
del misterio en la naturaleza vegetal de Veatrisse
El gesto es fundamental a lo largo
de la producción pictórica de Veatrisse (www.veatrisse.com).
En primer lugar, porque significa
expresión de energía, es decir que asume un rol vitalista. Pero, al mismo
tiempo, este gesto tiene un profundo significado espiritual, en el sentido de
indagar en los recovecos y las profundidades del misterio del enigma de la
propia idiosincrasia que conforma la fuerza emblemática del cambio.
En segundo lugar porque el gesto es parte de la filosofía de la existencia, en
el sentido de que todo lo que existe está en movimiento, es decir que constituye
un acto reflejo de la pulsión de la realidad.
Se asienta en la transformación, en la evidencia de la sutilidad contemplada en
la esencialidad más real, en la fortaleza elemental que sugiere la
determinación, es decir la parte sustancial que constituye el todo.
El poder del gesto es espiritual, pero, también plástico, porque el gesto le
permite recurrir a la delimitación de recursos, buscando la formulación de lo
expresivo abstracto, sin recurrir a abarrocamientos innecesarios.
El gesto es la expresión máxima abstracta del símbolo de la evidencia de la
transmutación y el cambio.
El gesto es dinamicidad pura, descarga de adrenalina, fuerza persistente en la
base real de la propia naturaleza profunda, que enlaza y contagia a quienes son
partes de un todo, que constituyen la estructura de una formulación de
principios basados en la transformación sutil encontrada en la pléyade de
estrellas emocionales.
Su universo vegetal está perfectamente interconectado con el universo galáctico
del amor, del sentimiento hacia todo lo creado, insertado en las profundidades
evidentes de la hermosura y belleza.
Realmente Veatrisse encuentra belleza en el cambio, en el instante supremo de la
transformación, de ahí que el sesgo, el gesto, la formulación expresiva del
momento gestual sea profunda, fuerte, potente, exhibiendo fortaleza y equilibrio
al mismo tiempo.
Presenta un equilibrio que va más allá de las circunstancias, de los elementos y
momentos. Unos momentos que son parte incuestionable de la persistencia de la
memoria encuadrada en la naturaleza vegetal.
Está enraizada con la tierra, porque la naturaleza es materia, fuego, aire,
agua, madera, metal, piedra, roca y cielo.
La naturaleza viaja alrededor de nosotros, somos nosotros, está en los sutiles
momentos del segundo y en las profundidades de la mente, es el corazón que
permite que nuestro espíritu crezca libre.
Presenta en la antigua Hacienda de Chiautla, Estado de Puebla, en el Castillo
Gillow, en un emblemático lugar, rodeado de dos lagos artificiales, jardines y
bosques de pino a partir del próximo sábado 27 de setiembre la exposición
individual titulada Enigmas del Mundo. Asimismo está participando en las
exposiciones colectivas de la Universidad Tecnológica Dolores Hidalgo y en el
Museo de la Independencia en Dolores Hidalgo, ambas hasta el 30 de septiembre de
este año, coincidiendo con la celebración de la independencia de México.
Asimismo su pintura integra una colectiva que se está celebrando en el Museo San
Pedro Puebla hasta el 5 de octubre.
Por otra parte participará en el Bienal Internacional de Arte Contemporáneo en
la Universidad de Chapingo en Texcoco, México: Arte con Raíz en la Tierra, del 7
al 19 de noviembre de 2008.
La obra que la creadora mexicana pinta con libertad, dentro de una actitud
energética, mostrándonos una visión de la naturaleza que es enigmática, pero,
también, persistente en lo matérico, potenciando el valor de la energía
considerada como el auténtico motor del cambio real de la humanidad, ahonda en
el misterio, exhibiendo sus resultados, que son singulares y sensuales, porque
en todo hay complejidad y teoría de contrarios
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
(AICA)