Juan Pablo Pañella, la
metamorfosis de la simbiosis y la realidad que se escapa
Capta la metamorfosis de la
simbiosis, porque la realidad cambia continuamente. Nada es igual a nada en
ningún momento, todo cambia, la transformación es permanente. Abstracciones,
tubos, que son parte de la red que nos une, que intercomunica la existencia y
sus parámetros.
Presenta formas de múltiple origen, biología acentuada, abstracciones que
fomentan la superación de los tradicionales iconismos. Formas espaciales, que
aluden a estructuras espaciales y también hay formas que recuerdan a seres
humanos, entes, otra vez presencia de abstracciones.
Su obra pictórica es orgánica, formal, pero también fluida, sensitiva, dado que
todo lo que representa está en movimiento continuo. Nada es igual a nada, porque
la totalidad de lo que existe se parece. Surge, de improviso, la esencia que
nutre lo existente. Se genera la metamorfosis de la simbiosis. Formas de
personas y espacios formales, estructuras espaciales ensambladas en un todo
armónico.
La esencia como parte indisoluble, cual partícula subatómica, que no se ve, pero
existe. Está ahí, y, cuando se transforma en onda, entonces cobra sentido de
masa. En el fondo tiene masa, aunque no la veamos de ‘motu propio’ y necesitemos
de una circunstancia especial.
Su obra es un paseo por el interior de la historia de sí mismo. De ahí que sus
formas, de inspiración orgánica, de apariencia de ciencia ficción, verdaderos
conglomerados de fantasía espacial formal y de ser humano, conjunciones de
elementos que son evidencias, que se parecen a la propia complejidad de la
forma, sean forma en sí misma. Al fin y al cambio la transmutación posee la
capacidad formal de exhibirse para ser contrastada.
Juan Pablo Pañella viaja a través de la imaginación, buscando comunicar una
realidad fantástica, elaborada en base a elementos simbólicos, que poseen, como
característica, su posibilidad de fluir, de convertirse en otras formas en la
siguiente obra. Todo está interrelacionado, porque es parte de una misma actitud
unitaria. Una actitud que supone actividad, concreción en lo diverso,
estableciendo analogías, comparaciones que son producto de un cambio permanente
de estado.
Emplea el color para apoyar la intensidad de una realidad ficticia que se escapa
ante nuestros ojos, porque se encuentra dentro de planteamientos situados en
otra realidad, como si del misterio de las cajas chinas se tratara o
estuviéramos contemplando las muñecas rusas de madera, que se encuentran unas
dentro de otras. Pero, en primer lugar, en su obra se produce presencia de
gesto, concentrando sus recursos en la sensualidad del gesto, que, en su caso,
se canaliza como diversas espirales geométricas de vida, que aparecen como la
verdadera solución a la transformación.
Para que exista la transformación prevalece la visión enigmática de la
esencialidad, que , en su caso, es fugaz, porque se muestra muy interesado en el
espejismo, en el momento en que la energía se concretiza, pero no se deja
hechizar por la chispa del fogonazo, porque en el fondo es ilusoria. De ahí, que
construya una teoría elaborada, expresiva, alegórica, con componentes
simbólicos, a través de seres complejos, con diversidad de facetas, apoyándose
en ángulos compositivos determinantes, en el sentido de profundizar en lo
extraño, para devolvernos el reflejo de la realidad. Porque su mundo de
imaginación es tal real como la propia realidad común aceptada a nivel social.
De ahí que su producción pictórica se adentre en los enigmas, para satisfacer la
parte orgánica, saber de donde venimos y, a continuación, dejar libre las
válvulas de escape, comenzar un largo viaje de introspección en el que todo es
válido, hasta los monstruos que producen pesadillas, porque, también hay seres
alados que evitan las tormentas.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte